Aquí podemos ver dos formas muy distintas de intentar
sujetar a un gato. Ambas son en contra de su voluntad pero bien diferentes y
con distintas consecuencias. En una se utiliza la psicobiología felina y en la
otra más bien no.
Hemos de tener en cuenta que los gatos suelen ser animales
muy asustadizos, incluso un gato que se muestra tranquilo y confiado en casa
puede asustarse en una situación anómala como es una visita rutinaria al
veterinario. En éste tipo de situaciones que conllevan cierto estrés es
importante respetar sus tiempos, dejarlo salir de su trasportín cuando él
quiera, moverse lentamente a su alrededor, hablar despacio, no subir la voz y no
gesticular en exceso con las manos. En la consulta del veterinario habremos de
colocar al animal mirando hacia su dueño, que es a quien él conoce y en quien
confía. Una vez fuera del trasportín dejaremos que se coloque en una posición cómoda
y no intentando inmovilizarlo a toda costa. También su propietario debe
permanecer tranquilo y no hablar en tono alto. No pondremos música alta, ni
debe haber otros animales en la misma habitación especialmente si no son de su propia
familia.
En segundo vídeo propuesto lo que observamos es la
estimulación de terminaciones nerviosas que condicionan un comportamiento de
inmovilidad. Cuando la madre transporta a sus gatitos de un lugar a otro cogiéndolos
por el cuello provoca éste reflejo para que el transporte sea indoloro. Éste
comportamiento lo recordará toda la vida y es lo que se muestra en el video
sobre un gato adulto.
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